Sobre Nosotros
LA HISTORIA DE MATHEY-TISSOT
Desde 1886
1886
Cerca del centro de las montañas del Jura suizo, a una altitud de 1000 metros, se encuentra el pueblo de Les Ponts de Martel, enclavado en uno de los valles más bellos de Suiza. Aquí, en 1886, se fundó la compañía relojera Mathey-Tissot. Así comenzó una historia única basada en la calidad, la integridad y el servicio personalizado.
Mathey-Tissot se especializó inicialmente en relojes de repetición, piezas que marcan la hora y la media hora. Poco después, la compañía se dedicó a la producción de cronógrafos, fabricados con tal ingenio y precisión que su éxito fue inmediato. De hecho, recibió numerosos premios y galardones por su calidad superlativa en toda Europa.
1890
En 1890 estalló la Guerra de los Bóers entre Inglaterra y Sudáfrica, y la demanda de los finos relojes Mathey-Tissot se volvió tan grande que se construyó una nueva fábrica más grande. (Entre los pedidos recibidos se encontraba uno de un joyero escocés encargado por un noble local de suministrar un reloj de repetición de oro a cada oficial del regimiento de su hijo, y un modelo de plata esterlina a cada soldado raso.
Por pequeño que pueda parecer hoy, ese pedido de 2500 relojes era enorme para los estándares imperantes).
1914
En el Concurso del Observatorio de Kew de 1914, Mathey-Tissot estuvo representado por seis cronógrafos, cada uno con cronometraje de fracciones de segundo. Todos ellos no solo superaron la clasificación de Clase A con la mención de "excepcionalmente buenos", sino que uno de ellos alcanzó un récord inédito. Más tarde, ese mismo año, Mathey-Tissot completó este logro con la obtención del Gran Premio en la Exposición Nacional Suiza de Berna. Con el paso de los años, los afamados artesanos de Mathey-Tissot obtuvieron una impresionante variedad de otros honores.
Durante la Primera Guerra Mundial, Mathey-Tissot fue requerido para suministrar al Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos grandes cantidades de cronógrafos de precisión, y el general John J. Pershing, comandante de las Fuerzas Expedicionarias de los Estados Unidos, seleccionó a Mathey-Tissot como el reloj que otorgaría a los miembros de su personal.
1945
Además de su actividad habitual de producir relojes de alta gama para joyeros de todo el mundo, Mathey-Tissot, antes y durante la Segunda Guerra Mundial, produjo miles de relojes para las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y la Armada Británica.
Hoy, Mathey-Tissot ofrece una excepcional combinación de experiencia, estilo de calidad y atención personalizada que, lamentablemente, ha desaparecido por completo de la industria relojera. La clave es la flexibilidad. Los compradores, grandes o pequeños, no son solo números: son nombres y amigos.
1990
La historia de Mathey-Tissot apenas comienza. Sin conformarse con "dormirse en los laureles", la compañía tiene grandes planes para el futuro: "grandes" en el sentido de que nuevos relojes e ideas innovadoras seguirán posicionando a Mathey-Tissot a la vanguardia de las empresas relojeras suizas de alta calidad, pero lo suficientemente "pequeñas" como para no olvidar que la relación con sus clientes es primordial. ¿Qué puede hacer Mathey-Tissot por usted?
Podemos personalizar sus relojes. Adaptamos nuestros recursos y habilidades a sus necesidades específicas. Le ofrecemos un servicio de rapidez y minuciosidad inigualables a través de nuestros representantes en todo el mundo. Y, sobre todo, le ofrecemos la calidad que Mathey-Tissot ha simbolizado durante más de un siglo. Conozca y haga negocios con MATHEY-TISSOT y lo disfrutará.